Echarlo todo
Si no tienes razones para emborracharte, te las buscas. Ayer fue miércoles y hacía meses que no veía a Pablito, así que decidimos irnos de fiesta. La verdad es que no tenía muchas ganas, de hecho a punto estuve de volver a pulsar el 3 cuando bajaba en el ascensor... Pero estuvo bien volver a encontrarnos y contarnos el verano entre trago y trago. Volvimos a los viejos tiempos repartiendonos la botella de Negrita, eso sí, los efectos tardaban en aparecer. Estos efectos se vieron reforzados con una cantidad industrial de tequilas que un camarero nos puso enfrente por que sí, por que le dió por ahí. Estos chupitos se vieron reforzados, según he sabido hoy, por cuatro copas más. ¿Resultado? Toqué el coma etílico con la puntita de los dedos. El equilibrió, acompañado por la verguenza, me abandonó hasta levantarme hoy. Y no han venido sólos, junto con ellos he amanecido con un buen revuelto de estómago que me sigue incordiando según estoy escribiendo esto.
Según me ha contado Pa nos lo pásamos muy bien: bailamos en un escenario mientras las cuatro personas que había en el bar nos miraban anodadados, reímos hasta que nos dolió la tripa (qué ironía pensando como la tengo hoy), y bebimos bebimos bebimos... Es por eso que hay un momento en el que mi noche terminó: cuando entramos en el bar. Mi mente ha borrado cualquier recuerdo producido entre la 1.30 de la madrugada y la 13.30 de esta tarde, quizá como método de defensa... quién sabe.
Hoy es domingo y me quedo en casa viendo al Duque y sus putitas (con perdón)
3 comentarios
ALX -
ALX -
duque -
cuidate chico!